Que tu peque o adolescente, o el mío, pueda convertirse o no en un agresor, ni tú ni yo tenemos la respuesta, pero si es importante que nos planteemos qué está en nuestra mano hacer, qué herramientas podemos facilitarles, para que esto no ocurra. En este artículo pretendo darte algunas ideas.
¿Mi peque o adolescente puede convertirse en un agresor sexual?
Soy promotora de salud sexual y en los últimos meses he estado recogiendo las noticias relacionadas con la violencia sexual realizada por menores a menores, y son muchas. Es estremecedor, se me encoge el corazón al igual que a cualquiera de los que está leyendo esto. Podría hablar de los estudios científicos que se están haciendo al respecto, de estadísticas que nos proporciona el ministerio del interior. Plantear hacer un debate de si la pornografía tiene que ver o no con lo que está ocurriendo, pero esto no responde a qué está en mi mano hacer.
No somos conscientes que el hecho de tener móviles, ordenadores, tables con acceso a internet, desde edades tempranas, hace que no podamos evitar que nuestros peques o adolescentes tengan acceso a pornografía de todo tipo. Aunque tengamos el control parental, puede ser que le llegue a través del grupo de WhatsApp del cole o instituto o de muchas otras maneras.
Partiendo de esta realidad, tenemos un punto de partida ¿Qué hacemos?
¿Qué podemos hacer?
Normalmente nos enfadamos, aparece la ira, queremos empezar a buscar culpables, a castigar… Mi propuesta es: Mantén la calma, respira hondo, todo esto no te va a llevar a solucionar el problema, esto se puede repetir más veces. Tienes que recopilar información. Empieza por preguntarle: ¿Te ha gustado? ¿Cómo te has sentido cuando lo has visto? ¿Crees que esto es igual en la vida real?
¿Cómo lo hacemos?
Has de escuchar, sin emitir juicio. Sus respuestas te pueden dar información qué te puede ser útil en la actuación que debes hacer a partir de ahí. De primeras, ya te está transmitiendo si le ha gustado o no, si le ha resultado agradable o no. Si se cree lo que está viendo o no. Interesa que no metas juicio, estás escuchando su experiencia y puede ser una herramienta para que habléis de sexualidad, de cómo es una relación.
Una oportunidad para hablar en familia
Esta situación, que de primeras hemos visto problemática, puede convertirse en un momento íntimo vivido en familia donde poder hablar de aspectos tan importante como: Las relaciones de pareja, el consentimiento, la confianza, la intimidad, el respeto, la responsabilidad, las relaciones de igualdad, de saber reconocer si es la persona adecuada.
Podemos decirles que la pornografía no muestra la forma real de relacionarse una pareja, que se trata de ficción y no de la vida real. Esto también nos vale para las otras relaciones que vemos en otras películas.
Convertir un problema en nuestro aliado
Hablar de nuestra experiencia en las relaciones desde la verdad y el aprendizaje que nos ha mostrado la vida. En qué nos hemos equivocado, qué hemos aprendido, qué me ha hecho sufrir y qué me ha llevado a agradecer y a amar.
Acompañar las emociones que está sintiendo sin catalogarlas en buenas o malas, sencillamente enseñarle caminos para acogerlas y poder descubrir qué información le están transmitiendo.
Si te das cuenta, al final, habrás convertido un problema en un aliado. Habrás facilitado herramientas para que pueda identificar qué tipo de relaciones establece y cómo son las que quiere establecer.
Ten en cuenta que de una manera u otra estamos educando en Sexua20lidad, y si tú no hablas con ellos de estos temas, ellos buscarán la forma de recibir información y puede que no sea la más adecuada.
Material complementario
Si deseas saber más de cómo hablar con tus hijos o hijas de sexualidad, puedes acceder a esta charla: “Cómo y cuando hablar con nuestros peques y adolescentes de Sexualidad”
Si quieres conocer , profundizar el la encuesta de Save the Children (2020) España (DES)INFORMACIÓN SEXUAL:PORNOGRAFÍA Y ADOLESCENCIA