Esta experiencia ha sido una de las más tranformantes en mi vida. Descubrir que el AMOR dignifica a la persona, me quitó prejuicios, me hizo más libre y aprender a hacer, lo que toque en cada momento, desde otro lugar.
El AMOR dignifica a las personas
Viajar a la India supuso descubrir lo poco que realmente necesito para vivir. Ver cómo sin prácticamente nada, desde el AMOR y el SERVICIO, la miseria se transforma en dignidad.
Era diciembre, pasamos allí el final de año y el inicio del siguiente. Muchos contrastes, mucha riqueza y extrema pobreza. Un lugar que muestra lo privilegiados que somos los que tenemos una casa, un trabajo bien remunerado…
Sólo voy a hablar de uno de los templos que visitamos, no voy a poner nombre ni religión. Sólo compartir la experiencia que me situó desde otro lugar, sin juicio.
Llegamos al recinto donde estaba el templo, se nos indicó que debíamos descalzarnos y lavarnos los pies. Posteriormente, debíamos ponernos un pañuelo en la cabeza. Había un espacio donde algunas personas estaban orando, otros preparando los ingredientes de la comida, Un lugar donde se hacían tortitas (lo que para nosotros sería el pan), la cocina con unas cacerolas inmensas. Finalmente, estaba el comedor con alfombras alargadas, para sentarse en el suelo, y con espacio entre ellas para poder pasar.
Todo lo que había allí, se mantenía con los donativos de la gente, podía ser con dinero o con servicio. Podías elegir, orar, preparar lo necesario para hacer el menú del día, hacer el pan, cocinar, servir la comida o sentarte en la alfombra para comer. Nadie preguntaba nada, nadie juzgaba. En aquel lugar, no era importante tu religión, tu raza, ni tu posición social.
Entré con prejuicios, “no me he lavado las manos y voy a tocar comida, como serán los ingredientes, cómo me siento, donde me pongo, que voy a hacer yo sino entiendo el idioma …” . Sin embargo, sentada allí, dando forma a la tortita, viendo en el comedor las bandejas que se servían al montón de personas que había, sin preguntar, sin hablar, pero sintiéndome acogida, en el lugar donde estuviera. No hacía falta saber nada, el respeto y la dignidad a la persona estaba muy presente.
Ese día yo pude ver como se puede hacer sentir a una persona digna, con prácticamente nada, sencillamente con el amor con el que se estaba haciendo cada tarea.
Puedes contactar conmigo pulsando: CONTACTAR