En el campo de la sexualidad suele haber un halo de misterio, ocultación, morbo. En este artículo vamos a hablar de tres falsas creencias sobre la sexualidad, en parte consecuencia de no hablar de manera clara en este tema.
Tres falsas creencias sobre la Sexualidad
Sólo escuchar la palabra sexualidad suele hacer aparecer muchas cosas en nuestra mente, situaciones, palabras, acciones… y solemos reconocer la necesidad de hablar con claridad y naturalidad. Sin embargo, seguimos manteniendo muchas de esas falsas creencias. Hoy voy a compartir tres de las más comunes, confiando en que nos vaya ayudando a mirar la sexualidad de otra manera.
1ª FALSA CREENCIA: El Sexo es lo mismo que la Sexualidad
El sexo es sólo una muy pequeña fracción, la sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano y que está presente en todas las etapas de nuestra vida desde que nacemos hasta que morimos, irá evolucionando y madurando como una faceta más de nuestra persona. Entendiéndola como forma de comunicación humana, fuente de salud, placer, afectividad y de reproducción.
Evidentemente, va evolucionando a lo largo de nuestra vida, tiene características diferentes en la infancia, en la adolescencia, adultez y vejez, pero en todas ellas es una parte importante en nuestra vida.
Toda persona tiene sexualidad y, además, si somos únicos (nuestro ADN lo demuestra) nuestra sexualidad también. Por lo tanto, no nos debe preocupar la diversidad y la debemos trabajar, acompañar, … igual que hacemos con los otros aspectos de nuestra personalidad.
2ª FALSA CREENCIA: No se habla de sexualidad hasta la adolescencia
Si esperas a hablar con tus hijxs de sexualidad hasta la adolescencia llegas tarde. Ellos ya habrán aprendido, que este tema en tu familia es TABÚ, no se puede hablar.
En la infancia, alrededor de los tres años, tienen curiosidad, ven las diferencias del cuerpo entre mayores y pequeños, entre iguales. Quieren saber, exploran y preguntan, como lo hacen de cualquier otra cosa (son niños, el morbo lo pone la persona adulta). Si no les respondes (como a cualquiera de los miles de preguntas que hacen), o les cuentas mentiras, interiorizan que tú no eres la persona adecuada para contestar, recurrirán a otra persona y en otro lugar. Posiblemente, el mundo de internet y la pornografía sea una alternativa (en algunos casos, a los 8 años ya pasan por los grupos de WhatsApp pornografía, reconocido por ellos).
De la misma forma ocurre con la curiosidad de saber cómo ha entrado el bebé en la barriga o por dónde sale. Si tú les respondes de manera natural, como realmente es, recurrirá a ti en otras dudas que le surjan posteriormente.
La Educación Sexual es hoy una demanda social, basada en el derecho de los niños, niñas, niñes y adolescentes a ser informados sobre este tema. Esta información debe ser rigurosa, objetiva y completa.
Si pretendemos construir una sociedad en la que las personas podamos convivir en igualdad y sin discriminaciones, es imprescindible proporcionar desde la infancia una educación afectiva y sexual.
No olvidemos que, en todo momento, de una u otra manera, estamos haciendo educación sexual
3ª FALSA CREENCIA: hablar de Sexualidad en la infancia les hace más promiscuos
Realmente, es justo lo contrario. No se es consciente de cómo influye positivamente en la vida de nuestros pequeños el darles herramientas adecuadas para que puedan relacionarse de manera saludable, y es un aspecto clave.
La sexualidad está relacionada con aspectos tan importantes como nuestro cuerpo, el sexo biológico, orientación sexual, deseos y comportamientos, valores y actitudes, toma de decisiones, poner límites y respetar los límites de los demás.
Qué importante es que se sientan amados
que sepan expresar lo que les gusta y lo que no.
Que no hereden nuestros TABÚS
Crear un clima de confianza en nuestras casas para que puedan pedirnos ayuda.
Hacer respetar sus límites y respetar los de los demás
Tener herramientas para establecer relaciones saludables
¿Cuándo piensas tú que debemos empezar?